Uno de los alcahuetes de la familia Mitre nos contaba que Brasil recibe a Obama como a un héroe. Cuando Cristina Kirchner se informe sobre las características del viaje que Barack Obama emprenderá mañana a Brasil le quedará claro por qué era imposible que la Casa Blanca la incluyera entre sus anfitriones. Y sigue: La recepción a Obama en Brasil tendrá características pocas veces vistas. Podría compararse con algún viaje del Papa. O, mejor aún, con la llegada de una estrella de rock. La fiesta de Obama parecerá una prolongación del carnaval. La embajada inauguró un sitio, www.obamabr.org, donde se induce a los internautas a enviar mensajes de bienvenida, escritos o filmados, al visitante. El texto más original será premiado con una iPad. El segundo, con un iPhone. El tercero se llevará una "mención honrosa", que consiste en una remera y un libro del profesor Obama.
Con esto nos daba a entender, el alcahuete de los Mitre, che los brasileños son mejores porque aprecian más las nuevas tecnologías. A los argentinos que cayeron víctimas del clientelismo K se los arregla con un tretrabrik y un choripán.
Lo que no podía saber el alcahuete de los Mitre era esto: Más que las presencias, ha sido una ausencia la que más se destacó en el almuerzo de Itamaraty al visitante: de los cuatro ex presidentes invitados, solamente uno agradeció y pasó, sin explicar sus razones, de la invitación: Luiz Inácio Lula da Silva. Y esto: Dilma Rousseff invitó para el almuerzo a todos los ex presidentes brasileños desde el regreso de la democracia, y Lula fue el único en rehusar el convite.
Parece que Lula no se vende por una iPad, y, mucho menos, por un iPhone.
And, last but not least: considerando que Obama emitió la orden de iniciar las acciones de ataque contra Libia desde el despacho de Dilma, si Cristina Kirchner no tenía claro por qué era imposible que la Casa Blanca la incluyera entre sus anfitriones, ahora lo tiene.
No hay comentarios:
Publicar un comentario